Zonas
Vulnerables
Tolima
2009
Al momento de emprender este proyecto, en el 2009, venía explorando cómo pequeños gestos o imágenes se pueden convertir en metáforas capaces de generar un cambio de conciencia en la forma como percibimos o imaginamos nuestro entorno. La exploración cartográfica que había iniciado desde mis obras tempranas y que retomé al final de la serie A través del cuerpo, me llevó a un punto en el que no fue suficiente representar el territorio, empezó a ser necesario ir a buscar un contacto con las personas que habitan las regiones en donde se ha desarrollado el conflicto.
Así empezó el intento por crear unas Acciones participativas, a través de ejercicios de reconocimiento del entorno tanto físico como social y el emprendimiento de ejercicios de exploración plástica con pequeños grupos. El interés inicial por el territorio, devela un sinnúmero de situaciones y problemáticas sociales, económicas y políticas que son transformadas en pequeños gestos, imágenes o acciones creadas a partir del trabajo con una comunidad.
La primera de estas Acciones Participativas, Zonas Vulnerables Tolima, se realizó en el año 2009 en el marco del programa Obra Viva apoyado por el Banco de la República. El reconocimiento del territorio como espacio físico y social permitió que, en conjunto con un pequeño grupo de habitantes del Tolima, pudieran hacerse evidentes algunas problemáticas que afectaban este lugar. El departamento del Tolima, habitado por los legendarios guerreros Pijaos desde tiempos prehispánicos, se enfrentaba en el 2009 a la posibilidad de explotación del oro en la mina la Colosa en Cajamarca. La riqueza de ésta zona llamada la despensa agrícola, paradójicamente se ve amenazado por la devastación del entorno físico y el deterioro de la estructura social. Se hizo evidente la preocupación de las comunidades que en su afán por sobrevivir se enfrentaban a aceptar empleos informales y soportar la explotación de grandes industrias multinacionales. El intercambio de puntos de vista trajo aprendizajes para todos los participantes. Para unos, el conocimiento de las vivencias y puntos de vista de otros. Para otros, la idea de una resistencia a partir de la conciencia creada por el trabajo colaborativo en el que se hizo evidente la necesidad de ponerse en los zapatos del otro.
L. E.
Proceso